
ni tu ni yo conocemos el destino de mis lágrimas pero puedes no ocasionarlas y así ya no existe la palabra destino para ellas, no existimos en el mismo mundo y me encantaría comprenderlo pero no lo consigo, no creo que tú tengas tu propio mundo y yo el mio, me gustaría que me abrazases sobre todo saborear tus ideas, y escuchar tus logros, ver en tus ojos ese niño que siempre supe que tendrías dentro... no sabemos donde desembocará esto, ni donde terminará solo sé que nace gracias a tu presencia...
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