jueves, 15 de agosto de 2013

Aprender mientras vivimos

Muchos escritores definen la vida como un camino, largo, cansado, con caídas, con gente que ayuda a levantarte gente que te empuja al vacío, puedes y debes encontrarte de todo, de todo el mundo se aprende, del vagabundo aprendemos que con poco se es feliz, del payaso que tenemos que hacer de cada problema una figura diferente con un globo, del rico aprendemos que tanto esfuerzo mereció la pena, del hombre que la vida es fácil, de la mujer que la vida tiene el punto de dulzura que ellas le dan, de los niños aprendemos que hay que colorear sin salirse de la raya, es decir que vivas pero sin sobrepasar tus limites.

Estar a nada de tocar el cielo con las manos.

Sueños que parecen realidad, en los que estás tan feliz, la sensación de estar en una nube que te recorre el cuerpo y te agarra de la mano, eso de estar apunto de tocar el cielo con la punta de los dedos y en el momento en el que solo necesitas un estirón más.. suena el despertador, y abres los ojos, te das cuenta que todo ha sido un sueño de mucho tiempo, unas ilusiones de tantas promesas... que al abrir los ojos no sabes volver a andar sola, echas de menos lo que aquel sueño te ofrecía, pero ahí estas... dándote cuenta que los finales felices no existen, no hay rastro de ese sueño, simplemente recuerdos que no sé ni porque aún siguen vivos, no quiero volver a soñar así, es muy cruel ponerle a un ciego la esperanza de volver a ver, un día tras otro y después decirle que es ciego para siempre.


Se crece demasiado deprisa

yo era de esas personas que decía que nunca iba a fumar, y ahora no puedo dejar de hacerlo. De pequeña decía que nunca iba a beber, que eran unos tontos todo aquel al que se aferraba a un vaso y deja pasar su vida delante de él y sin que pueda hacer nada, y ahora de vez en cuando dejo que mi vida me enseñe mientras tengo un ron entre mis manos; también decía que jamás me enamoraría, y mírame contándole mi historia con el final mas desagradable que nunca imaginaria tener a una serie de desconocidos que quizás me entiendan, o tal vez no, pero aquí estoy... tecleando sin parar solo para decir que nunca digas nunca y nunca prometas cuando estas feliz, porque después vienen las explicaciones sin sentido.